Eliminado de la Champions en cuartos de final y tercero en la Liga tras una segunda vuelta decepcionante, el Barça está herido. Club ciclotímico, sus aficionados sólo encuentran consuelo en el Atlético para evitar el triplete del Real Madrid. En la final de la máxima competición europea, la inmensa mayoría del barcelonismo se vestirá de rojiblanco. Más morboso aún puede ser el desenlace de la Liga. En la última jornada, el Barça recibe al grupo de Diego Pablo Simeone y existe la posibilidad de que una victoria azulgrana sea aprovechada por el Madrid para ganar el torneo español más prestigioso.
Cinco años después del antológico 2-6 en el Bernabéu, el barcelonismo se ha reencontrado con su peor pasado. Después de cinco años de gloria y títulos, la afición está desencantada con el equipo. El entorno habla más de futuro que de presente. Se especula más con futuros fichajes de jugadores y, sobre todo, con el relevo de Gerardo Martino por Luis Enrique. Mientras, los hinchas esperan que el Atlético derrote al Real Madrid en Lisboa.
Buenas relaciones con Cerezo
El Atlético ha sido el gran verdugo del Barça esta temporada, pero la afición azulgrana asumió que el equipo rojiblanco fue muy superior en su duelo de cuartos de final de la Champions. El barcelonismo se posicionó a favor de la victoria del Atlético ante el Chelsea en las semifinales y ahora implora que el club que preside Enrique Cerezo conquiste Europa por primera vez.
“El Atlético es el equipo de Madrid más simpático”, comentó, en tono distendido, el expresidente del Barça, Sandro Rosell, en una coversación privada. “Es el club de la Liga con el que nos entendemos mejor”, esgrimen en la junta directiva que ahora preside Josep Maria Bartomeu. Un ejemplo de la entente entre las dos entidades fue la presencia, el pasado domingo, de Cerezo en el Camp Nou para expresar sus condolencias por el fallecimiento de Tito Vilanova. El Barça, además, felicitó públicamente al Atlético tras la eliminatoria de la Champions que disputaron ambos equipos.
Simeone y Luis Enrique
El Atlético, con un presupuesto cuatro veces inferior, es un referente para el club azulgrana. El 'cholismo' está de moda en Barcelona y el Barça negocia la contratación de Luis Enrique, un técnico tan exigente como Simeone. Su modelo futbolístico, no obstante, tiene importantes diferencias.