Jonathan Dos Santos se resiste a dejar el Barça. El centrocampista mexicano ha interiorizado fuertemente la idea de que salir del club, ya sea vendido o cedido, le imposibilitará regresar al club donde se formó y donde aspira a hacer carrera. Sin embargo, la realidad es que no cuenta para Luis Enrique y lo único que conseguirá con su presencia es costarle dinero al club que le dio la oportunidad de formarlo y de darle un nombre en el mundo fútbol.
La historia con Dos Santos se repite cada verano. Llegan pocas, pero llegan ofertas por él, y el mexicano siempre se niega a salir. Tanto Tito Vilanova como Gerardo Martino fueron benevolentes con el centrocampista y le permitieron seguir en la plantilla aún avisándole de que no iba a entrar en los planes del entrenador. Dos santos lo aceptó con alegría, consciente de que tiene un buen sueldo y puede seguir viviendo en la ciudad donde mejor se siente, Barcelona.
Mala fama
Sin embargo, la actitud del mexciano empieza a denotar una falta de ambición preocupante. Preferir estar en un club donde no cuentan con él en lugar de buscar alternativas atractivas donde disponer de minutos alimenta su fama de vividor, como personaje fuertemente vinculado a la noche barcelonesa, y de poco comprometido.
El Barça necesita un esfuerzo del jugador para cerrar el fichaje de Claudio Bravo, estancado durante varias semanas por la falta de predisposición de Dos Santos a asumir que debe salir del club. Luis Enrique, igual que ocurrió con sus predecesores, tampoco cuenta con él, y en la Real Sociedad tiene una oportunidad que muchos jugadores querrían para competir en la segunda mejor liga del mundo y además jugar en Europa. El club ya no sabe qué hacer con este jugador, pero intentará convencerlo hasta el último minuto de que lo mejor que puede hacer es salir rumbo al conjunto donostiarra y, en caso de que no quiera, rumbo a cualquier otro equipo.