Los “cambios profundos” anunciados a bombo y platillo por el presidente Bartomeu –que por otra parte no hacen sino encarecer el producto deseado- obligarán a Zubizarreta a moverse rápido y a cerrar alguna operación en las próximas semanas, antes de que los precios se encarezcan en el marco del Mundial.
Sin embargo, y más allá del secreto a voces que supondrá la llegada al banquillo de Luis Enrique, y de nombres como los de Marc-André ter Stegen, David Luiz o Juan Cuadrado, y de alguna otra estrella internacional que a buen seguro acaparará las portadas de los principales diarios deportivos en los próximos meses, la Liga española cuenta con valores más que suficientes como para convertirse en el principal vivero del que se nutra el Barça en el próximo mercado estival.
Una vez resuelto el debate entre Zubizarreta y Luis Enrique sobre la necesidad de incorporar un delantero centro nato (por su calidad, precio y compromiso, Diego Costa debería ser el número uno de la lista), el Barça deberá reforzar en las próximas semanas posiciones no menos importantes y que cuentan con un mercado mucho más reducido como son el eje de la zaga, el centro del campo, y la portería.
Tres opciones ‘familiares’ para la meta
La triste despedida por carta de Valdés, unida ahora sí a la no renovación de Pinto deja a Oier Olazabal como único portero con contrato en vigor con la primera plantilla azulgrana. Lejos de colmar las necesidades del equipo, el fichaje cantado de Ter Stegen no debería ser el único con vistas a reforzar la portería.
Y más aún después de comprobar el nivel mostrado en los últimos meses por guardametas como Keylor Navas, Kiko Casilla o el siempre regular Diego Alves, más allá por supuesto de la excelencia mostrada por Courtois en la portería del Atlético. Tres opciones factibles por precio que a Zubizarreta (y por qué no, también a la mano derecha de Luis Enrique, Juan Carlos Unzué) deberían resultar familiares, al menos por su proximidad.
Carácter argentino
La búsqueda de un central (o dos) de garantías se ha convertido en el principal quebradero de cabeza de la secretaria técnica azulgrana desde los tiempos de Txiki Begiristain. Milito, Cáceres, Chigrinskyi… por unas razones u otras, los refuerzos que han llegado en esta posición jamás mejoraron lo que había en casa. El adiós de Carles Puyol ha aumentado el tinte de dramatismo de una situación que difícilmente se solucione tan solo con la llegada de una cara nueva.
Una vez más, los rivales del Barça en la Liga han deparado más de una pista de los posibles refuerzos a realizar. Y en materia de centrales, Zubizarreta también cuenta sobre su mesa con más de un informe interesante. Comenzando por el futbolista del Villarreal, Mateo Musacchio, quien en su regreso a Primera se ha consagrado como líder absoluto del equipo de Marcelino merced a su espectacular despliegue físico y saber estar, a pesar de sus 23 años de edad.
Oxígeno para la zona ancha
El Sevilla, por su parte, es otro de los equipos a los que Zubizarreta debería tener muy en cuenta a la hora de reforzar la plantilla. Y no solo después de la exhibición de Fazio y Pareja en la final de la Europa League frente al Benfica, sino también tras la espectacular temporada de un Ivan Rakitic por el que suspiran los principales clubes de Europa, y que podría devolver al centro del campo azulgrana parte del peso perdido esta temporada con el desgaste de Xavi e Iniesta, y las apariciones y desapariciones de Cesc Fàbregas.
Dos rojiblancos, el ‘colchonero’ Koke y el bilbaíno Ander Herrera figuran desde hace meses en la agenda de la secretaría técnica azulgrana, sin que en ninguno de los dos casos se haya optado por activar su contratación. Cualquiera de los dos podría resultar también una alternativa por si fallase la contratación del internacional croata del Sevilla. Uno de los futbolistas de moda en una Liga que ha visto cómo después de años de recesión, su clase media se ha reactivado y dado un paso al frente esta temporada.