La dirección deportiva azulgrana está dispuesta a sacar partido del privilegio que supone contar con un equipo filial en Segunda y ha diseñado una estrategia complementaria a los clásicos 'culebrones' estivales: la adquisición de jóvenes futbolistas con experiencia en Primera y que, en igualdad de condiciones que los principales proyectos de La Masia, serán susceptibles de debutar e ir fogueándose con el primer equipo, mientras compaginan su actividad con el segundo equipo.
A Madroa, La Masia viguesa
La más que probable llegada de Luis Enrique la próxima temporada al Camp Nou no es fruto de la casualidad. Su paso por el Celta le ha permitido dar la alternativa a jóvenes formados en A Madroa, 'La Masia viguesa', que en la última década se ha hecho con un merecido hueco entre las mejores canteras del país. Sin nada que envidiar a clásicos viveros como los de Lezama, Zubieta, Mareo y Tajonar.
Futbolistas como Borja Oubiña o, más recientemente Iago Aspas, son algunos de sus estandartes. Mientras que jovenes próyectos, hoy propiedad del Barça como Rafinha o el citado Denis, también pasaron en su momento por la ciudad deportiva olívica.
El diamante en bruto
A las ordenes de Luis Enrique, los internacionales sub'19 Santi Mina y David Costas han formado parte con regularidad en las convocatorias del primer equipo esta temporada. Hasta el punto de que el técnico gijonés no ve con malos ojos su desembarco en La Masia para no perder de vista su evolución.
Mina es, junto con el portero Rubén Blanco, la joya de A Madroa. Este espigado delantero vigués de 1,80 metros de estatura ha participado en 28 partidos de Liga y dos en Copa. Autor de tres goles, Mina fue definido por el propio Luis Enrique como “un diamante en bruto”. El pasado 7 de diciembre, en su 18º cumpleaños, firmó el gol de la victoria viguesa ante el Athletic en partido de Copa. Santi era ya un hombre, y el Celta aprovechó la circunstancia blindarle con una cláusula de 20 millones con el fin de espantar, entre otros, a clubes como el Manchester City o el Barça, que ya venían siguiendo sus pasos.
Un central a seguir
David Costas, por su parte, es un central de 1,84 metros y buena salida del balón. Después de una espectacular irrupción que tuvo como daño colateral el descarte del internacional venezolano Andrés Túñez, el defensa de Chapela ha disputado 16 partidos esta temporada en Primera. De él, Luis Enrique destacó en público su “solvencia, naturalidad, presencia y confianza espectacular” a pesar de su edad.
El fichaje del central Iñigo López en el mercado invernal redujo su presencia en el primer equipo en los últimos meses. Sin embargo, Luis Enrique no ha tenido problemas en volver a recurrir sus servicios cuando le ha resultado necesario, y el Celta también se ha apresurado en firmarle un nuevo contrato con una cláusula de rescisión de 10 millones.
Ingeniería financiera
La presencia de Luis Enrique en el Camp Nou y las buenas relaciones entre Celta y Barça, que en los últimos años han cerrado varias operaciones como la cesión de Rafinha o el traspaso de Fontàs, abaratarían y mucho sendas operaciones.
De hecho, en Vigo, hay quien asegura que el club celtiña no vería con malos ojos deshacerse de Mina y Costas por un montante cercano a los 10 millones, siempre y cuando se pudiese incluir en la operación la cesión multianual de futbolistas como Denis Suárez, Sergi Roberto y Tello. Luis Enrique, si es que finalmente acaba fichando por el Barça, tendrá la última palabra.