Un triunfo sufrido. El peor Barça de las últimas semanas sudó para derrotar (3-1) a un Betis, que cometió dos penaltis y encajó un gol en propia meta. Fue un mal partido de los de Gerardo Martino que, ajenos al ambiente festivo en los aledaños del estadio a causa del referéndum por el Nou Espai Barça, desplegaron todo su arsenal de carencias quién sabe si afectados por la sanción impuesta por la FIFA al conjunto catalán.
Messi, que había adelantado a los locales al cuarto de hora desde los once metros, acabó diluyéndose y se mostró tan fallón en el mano a mano que hasta por marrar, marró una de las dos penas máximas de las que dispuso. Rápido al rechace, el rosarino solucionó la papeleta batiendo nuevamente a un acertado Antonio Adán para firmar el tercero de la tarde. Fue la estocada a un Betis que soñó durante minutos con el empate. Sin embargo, la desgracia se acabó cebando con los andaluces, que vieron cómo Jordi Figueras introducía el balón en su propia portería al desviar un intento de pase en profundidad de Adriano.
Pitos ocasionales
A tenor de lo visto este sábado, el Barça sigue siendo un equipo corto de efectivos y con serios problemas en defensa. La mínima ventaja de los azulgrana en buena parte del choque y los nervios del equipo atrás motivaron por momentos la reacción espontánea de los seguidores que no dudaron en mostrar su disconformidad con lo que estaban viendo.
El club desplegó una gigantesca pancarta antes del partido con el lema La Masia no es toca. Sin embargo, y a consecuencia del mal día de los de Martino, la junta de preside Josep Maria Bartomeu bien haría en sentarse con Joseph Blatter y negociar la rebaja de la sanción.
Reivindicaciones al margen, el equipo azulgrana ofreció la peor imagen imaginable a solo unos días del crucial duelo en el Vicente Calderón por la clasificación europea. El Barça se limitó a seguir los pasos del once rojiblanco, que horas antes había derrotado por la mínima al Villarreal (1-0). De esta forma, el equipo de Diego Simeone se mantiene firme en el liderato, con el Barça pisándole los talones, y el Real Madrid, tercero en discordia tras su goleada en Anoeta (0-4).