La FIFA ha mostrado en 2013 su versión más despilfarradora. El organismo que preside Joseph Blatter gastó el año pasado 954 millones de euros (1.314 millones de dólares), un 20% más que en 2012 (782 millones de euros) y un 18% más que en 2010 (791 millones). El del Mundial de Suráfrica era, hasta ahora, el año de mayor inversión.
La Federación de Internacional de Asociaciones de Fútbol ha batido el récord de gasto, así como el de ingresos, pero con toda probabilidad los dejará pequeños el año que viene. En los próximos cuatro años prevé destinar 3.560 millones de euros a la organización de eventos deportivos y programas de desarrollo. Otra cantidad estimada a la baja que también va camino de ser superada.
El 72% de la inversión de la FIFA en 2013 se dirigió a eventos de la FIFA y desarrollo. Los eventos acaparan el 58% del desembolso, lo que representa 550 millones de euros. La mayor parte, como no podía ser de otra forma, se destinó al Mundial de Brasil 2014 (407 millones), mientras que las otras dos partidas de eventos fueron a parar al programa de protección de clubes de la FIFA (26) y a la organización de otras competiciones (117).
El 14% del gasto va a programas de desarrollo
Los programas de desarrollo cuentan con el 14% de la inversión de la FIFA (133 millones de euros). En esta parcela destacan los siguientes programas: Asistencia Financiera (40), Goal (20), Performance (16), Asistencia Financiera de la Copa Confederaciones (11), desarrollo de confederaciones (11), Asistencia al Arbitraje (6,5), Football for hope (5), y otros programas como el de solidaridad o el del fútbol femenino (24).
Asimismo, la FIFA destina dinero a otras cuatro partidas: el 6% a los gastos financieros (56 millones de euros), el 5% a la gestión del fútbol (43,5), el 1% a la explotación de derechos audiovisuales (14,5) y el 16% a otros gastos operativos (157).